Sinceramente, una buena obra destruida por una escenografía horrible. Ni el más mínimo decorado y los actores estirados por el suelo cuando no actúan.
Me extrañó encontrar entradas para el mismo día y ahora entiendo por qué.
Supongo que el espectado debe tener que imaginar los decorados y el resto de simbología; sigan así y serán los actores quienes tengan que imaginarse a los espectadores !